LA LUZ AL FINAL DEL TUNEL

Ayer tuve gripe. Una vez superada quizá pueda decir que soy una enferma un poco exagerada. Cada año y medio suelo coger el virus y la enfermedad me dura entre 18 y 24 horas. Gracias a Dios, porque si fuese un poco más creo que acabaría en un psiquiátrico.

La cosa empezó así: el miércoles a eso de las 3 me desperté sintiéndome fatal. Me puse el termómetro que guardo en la mesilla de noche. En una casa familiar que el termómetro esté en mi habitación indica que mi estado mental no es muy saludable. Efectivamente tenía 38.5 de fiebre. Pensé ¿qué sentido tiene sufrir en soledad? Así que me dediqué a gritar para despertar a alguien que viniera a hacerme compañía. Sí tengo 26 años. Me encanta joder, si no tienes novio ésta es la única forma de conseguirlo.

Por la mañana estaba preocupadísima, me dolían las piernas un montón. Todo el mundo sabe que el primer síntoma de la meningitis es dolor de cuello. Yo estoy vacunadísima de todos los tipos, porque encima fui a India y te vacunan contra los virus más raros. Pero ¿ y si este era un virus nuevo? Tenía que dar tiempo a todos mis amigos a despedirse de mi. Así que decidí escribirles por whatsapp: “estoy enferma”.

Pues nada, la gente egoísta, como siempre. Yo a punto de morir y ellos sólo pensando en el trabajo, en el proyecto de fin de carrera, en sus novios, planes de fin de semana, en que me voy a vivir a Newcastle. ¡Me estoy muriendo, vale!

Próxima a la expiración, sola, triste y abandonada. Mis padres y mi hermana se habían ido a trabajar. La asistenta pasando la aspiradora, ¿sería ese el último sonido que oiría en vida? De repente una luz, una voz que me llamaba, un hombre que se acercaba… El túnel, debía ser Dios que me venía a buscar… Siempre me lo había imaginado con túnica blanca, pero con chinos y americana también vale. Cómo se parece a Jandro… Ah no, que es mi padre que viene por el pasillo…

Al final sólo era una gripe, pero no sabéis que mal lo pasé. Físicamente fue duro, y lo qué se me pasaron por la mente… Tengo un año y medio para recuperarme.