martes, 29 de enero de 2013

LA NOCHE QUE PERDÍ UN ZAPATO: A CINDERELLA STORY


¿Cómo puedes entrar a una discoteca con un par de zapatos y salir con uno solo? Lo cierto es que es complicado de explicar. Cruzar un local, esquivar los cristales del suelo a la pata coja, con tacones de 16 centímetros, a las 6 de la mañana y no perder la dignidad no es tarea fácil. Por supuesto, yo no lo conseguí. Pero toda historia tiene un comienzo…
 Acababa de tener una comida familiar. En estos eventos aprovecho, no vaya a ser que estalle una guerra y no vuelva a tener la oportunidad de alimentarme en mucho tiempo. El mundo está muy loco y nunca se sabe cuándo les dará por atacar Perejil. Yo comí entrante, primero, segundo, postre, vino, gin-tonic, helado… Pero claro, a la hora de salir, parecía un pez globo, y ya me contareis cuantas discotecas de Madrid admiten mascotas. He desarrollado una teoría visual. Como no soy de Harvard nadie la publica, pero ya veréis cómo alguien de una súper University la copiará de mi blog y en unos años es mega famosa: cada 7 cms de tacón adelgazas entre 1 y 1,5 kg.
El sábado, y después de LA COMIDA, decido ponerme los tacones más altos. Con 16 cms y casi 3 kg menos a efectos ópticos me dirijo más contenta que unas castañuelas a comerme la noche. 
A cierta hora de la noche Rocío y yo decidimos subir a la tarima. No hay nada en esta vida como bailar encima de una tarima. Mi habitual propensión a las caídas, y el poco sentido común que aún me queda, me hacen decidirme por quitarme los zapatos, que quedan olvidados en algún lugar de la plataforma. Bailamos como si no hubiese un mañana. Nadie se mueve como nosotras, en concreto como yo. Tengo un estilo irrepetible. No se puede repetir porque, como dice mi amigo Martín, soy totalmente arrítmica. O sea, que sigo un ritmo que sólo yo entiendo. En un momento dado decido que quiero bajar, y al buscar mis zapatos sólo está uno. El izquierdo ha desaparecido…
Lo buscamos en la tarima, debajo, alrededor, preguntamos… Un zapato no puede salir corriendo el solo ¿o sí? Su hermano gemelo me mira desde mi pie triste y desolado. Yo intento consolarle pero es una putada explicarle que nos volvemos a casa solos. Se lo cuento al camarero, Lolo, que me mira creyendo que tengo complejo de Cenicienta, pero no. “Lolo, no busco a ningún príncipe. Yo con el zapato me basto y me sobro”. Así que me da su número para que le llame al día siguiente.

El domingo me despierto y veo a mi pobre pie izquierdo que lo ha pasado fatal, porque ayer tuvo que volver a casa desnudito. Mi zapato derecho se asoma desde su caja con la tapa aún abierta, afligido y solitario. “No te apures ahora mismo llamo a Lolo”. Pero Lolo nos confirma las peores sospechas: no ha aparecido. Yo ya me empiezo a preocupar de verdad, ¿que habrá sido del izquierdo? ¿Lo habrá secuestrado un perturbado fetichista? ¿Lo mirará y hará cosas raras? A ver, que yo en el fondo lo entiendo. Que miro a su hermano, con ese tacón tan sensual, el ante suave… Y tentador es, las cosas como son. Pero en el fondo es tierno e inocente, un zapatito joven e inofensivo. Por favor quien se lo haya llevado que no le haga nada, estoy dispuesta a darle una recompensa.  


jueves, 24 de enero de 2013

EN ARGENTINO TODO SUENA MUCHO MEJOR




Pensá en un argentino y desí, los argentinos son reboludos. El mejor negocio es comprarlos por lo que valen y venderlos por lo que dicen que cuestan… Pero es que pasas 5 minutos con ellos y es IMPOSIBLE no cogerles cariño.

Marina y yo somos amigas desde antes de ser proyecto. Jandro, my father y Alberto, el suyo, hicieron la mili juntos. Mon pere, que nunca ha sido demasiado atlético, y Alb, que era de cintura ancha, sospecho que se conocieron en la cola del pelotón. Nuestras madres se hicieron íntimas, y por tanto nosotras, amigas desde antes de estar en sus mentes. 

He de decir que recuerdo a Marina con muchísima envidia. Mi primer recuerdo: durante un año soñé con la Barbie Hollywood, para ver cómo los Reyes se la traían a ella. La odie con toda mi alma. Pero si el mundo puede ser más injusto, luego se la regalaron a mi hermana por su cumpleaños, con su preciosísima falda dorada y sus botas a juego. Llego el mío y a mi me toco el Ken patinador… Mi infancia quedó marcada por el trauma. ¿Quién pagó el psicólogo? Nadie. Como yo soy la mayor (13 meses más que Marina y 22 más que Irene) que me jodan. Lo que no te mata te hace más fuerte.

Hace unos años Marina fue a esquiar y como en toda estación que se precie estaba el típico ABSS (Argentino Buenorro Súper Simpático) pero esta vez no fue un amor de invierno. NO!!! Resulta que este ABSS era un tipo mega legal, y se enamoró locamente de Marina. Claro que si la conoces lo entenderías (superado el trauma de la Barbie, Marina es muy guay ;).

Por cierto, que la primera vez que Marina fue a esquiar en su vida fue porque yo me empeñé así que en la boda espero que esta boluda me de un puesto relevante o me encargaré personalmente de tirarle la tarta encima del vestido.

Bueno la tipa con dos cojones, en cuanto acabó la universidad lo dejó TODO en Madrid y se fue a Buenos Aires con su AMOR.

Así contado suena de cine, pero dejar a nuestro Dear Rajoy para irse a un país gobernado por la Barbie Geriátrica; poner la tele y no poder ver a Jorge Javier 24 horas al día, no saber si Belén y Fran han vuelto; si Pilar Bardem y Willy Toledo la vuelven a liar parda… Porque claro seguro que allí hay cotilleo pero con el vos, viste, la pollera y la remera como que no es lo mismo, me parece a mí…

El caso es que Marina ha venido con su Juampi en Navidades. Pero por si no era suficiente, los últimos días estuvieron Vicky y Jorge, unos amigos también Porteños de Luna de Miel, Madrid era su última parada. Love en estado puro… Empalagoso y cursi pero es que en argentino te lo crees y todo suena rebien viste pive.

Yo predecía que iba a ser plantada en breve. Sí sólo he necesitado 2 semanas para el primer desengaño del año, así soy yo una chica de récords. Compartí mis experiencias con estos afortunados enamorados. Oye todos estaban convencidísimos de que me iban a mandar a la mierda, pero lo decían de una forma tan reelinda:

“Viste, vos sos una diosa, es hora de que penses en vos”
 “Dale, estas relinda no te puedo creer, ni te preocupes por un pive”

 “Vos disfrutar a full y olvídate de esas boludeces, sois recanchera”

Yo a punto de quedarme más plantada que Elliot frente a la nave de ET (por segunda vez en este año) pero eso si con el autoestima por las nubes y es que en argentino todo suena mucho mejor. Tendrán todo el morro que queráis y mucha labia, pero yo con ellos me sentía como Diosa, relinda, rebien disfrutando a full. Oye y yo estaré sola pero digna y con un ego que no cabe por las puertas.

Mi recomendación poner un argentino en vuestra vida, yo tengo unos cuantos y estoy recontenta ;)

martes, 22 de enero de 2013

MONSTER EYES, CUANDO NO VES MÁS ALLÁ


Estaría genial poder evitar los “Monster Eyes” esa condición que nos ciega y nos deja ver más allá. El otro día leyendo Manual de un Buen Vividor, genial blog por cierto,  recordaba los “Monster Eyes” de Jonathan Lethem en “You don´t love me yet”.  Un tipo que no podía evitar encontrar un defecto en TODAS las chicas con las queda y a partir de ese momento es incapaz de pensar en otra cosa. De este modo, el protagonista del libro acaba autosaboteando todas sus relaciones.

Supongo que todos tenemos un poco de estos Monster Eyes. Aunque creo que esto va en ambas direcciones. Nos lleva a mitificar a los seres más mezquinos y crucificar a otras sin darles ni una oportunidad. Si te obsesionas con que el resto de tu vida no podrás sobrevivir sin la atractiva naricilla de duende de Briatore ya puede venir Brad Pitt tocando la Bandurria, acompañado por la Orquesta Mondragón e incluso subido a un corcel blanco que será amablemente rechazado. No os penséis que Elisabetta Gregoraci no recibió invitaciones de hombres más atractivos que su amore. Pero es que cuando Cupido dispara es imposible entrar en razón. Así, ya te podrán decir que el tipo en cuestión es un mujeriego que no te quiere. Te lo puede decir él mismo. Te dejará tirada, pero oye erre que erre, que no lo puedes olvidar.

Por supuesto, también pasa lo contrario. Puedes encontrar al tipo perfecto, de manual. Guapo, buen trabajo, un auténtico caballero, tus amigos lo adoran, jamás llega tarde, te recoge en su coche, invita las primeras veces (hello ¿eso de pagar a medias desde el principio? Un poco de caballerosidad), pero también se deja invitar (odio los tipos que invitan siempre, que se creen que estamos en el siglo I).

Bueno, sin quererlo descubres que el tipo perfecto tuvo una novia hippy que le regaló un columpio sexual. A partir de ese momento, cada vez que te lleva a cenar, sólo piensas en él y su ex columpiándose. Te pregunta por el calentamiento global y piensas ¿cuántos watios generarían con ese “columpio”? Te propone compartir el postre ¿comerían helado en el “columpio”?  ¿Qué has hecho en las últimas vacaciones? Dice. Seguro que él fue a una convención de columpiadores swingers… Demasiado turbio para una chica de colegio de monjas…

 Así el tipo perfecto pasa a ser el violador del columpio. Y aunque os habéis visto tres veces y se ha despedido con castos besos tú no estás preparada para bajar ningún tobogán con él. Así que lo tienes que dejar sin haber empezado.

Mis Monster Eyes me vuelven a traicionan cada vez que me enfrento a “Las Sombras de Grey”. Sé que son un Best Seller, y que en cuanto empiece caeré rendida a los píes de Christian. Pero no puedo evitar sentirme incómoda cuando pienso en el argumento: un millonario que cumple  sus fantasías con una colegiala. Llamarme prejuiciosa, pero me recuerda mucho más a las pelis porno baratas de las gasolineras que ponen a tono a los camioneros.

lunes, 21 de enero de 2013

NOS QUEDA TANTO POR VIVIR...


Hoy me siento como Elliot. Dentro de unos días tendré que despedir a mi ET. Cuando el otro día me dijo “me voy a Londres” me alegré y de verdad que era sincera. Pero ahora, mientras escribo esto, no dejo de pensar ¿qué va a ser de mi?
Mi ET a veces es un auténtico pain in the ass. Me da siempre su opinión sincera, sobre todo cuando no se la pido. Siempre, no se corta ¿eh? Me da más miedo que quedarme sin postre…

Es mi mejor amiga desde hace ya 22 años y a pesar de ello me sigue aguantando. Sí, yo todavía no me explico cómo. Supongo que tiene un gran interés por ocupar un lugar preferente en el paraíso.

Lo cierto es que, como Elliot, yo era (y sigo siendo) raruna de narices y si no fuera por ET (que en realidad se llama Carmen) no sé qué habría sido de mi. Gracias a ella he conseguido el mejor grupo de amigas que se puede tener. Aunque me desvíe del camino ET redirige mi bicicleta. Por supuesto, siempre que he conseguido volar ella me ha apoyado con su magia extraterrestre.

Ahora es el momento de que yo la deje marchar. Mi ET es arquitecto, y como supongo imagináis, España no es el mejor mercado right now.

Inglaterra será de ahora en adelante su planeta. Reteniéndola aquí, como mucho conseguiría un contrato de becaria para estar explotada 20 horas al día. No serían científicos de una instalación médica como en la película, sino un despacho al borde de la quiebra, pero finalmente su luz y su talento se apagarían poco a poco.

Sólo espero que recuerde lo que es el teléfono, para qué sirve y por supuesto cuando sea alguien importante (que lo será) regrese a hacerme mi casa.

PD: Mi ET cumple hoy 27 ¡¡FELICIDADES VIEJUNA!!



jueves, 17 de enero de 2013

UNA VERDAD INCOMODA


El otro día, después de leer mi blog, un conocido me dijo: “tía eres la Bridget Jones española”. Al principio le di las gracias, hasta me pareció un cumplido. Si os digo la verdad, siempre me he visto a mí misma como una especie de Sarah Jessica Parker. Marcando tendencia allí por donde paso. Despertando miradas por ese je ne sais quoi
Asombrando a todos en las conversaciones con mis aportaciones afiladas y siempre ocurrentes. Por manejar a los hombres sin dejarme manejar… Vamos una especie de diva en Madrid City, para que me entendáis.

Hasta que este idiota me ha quitado la ilusión. Me  miro al espejo comiendo un kitkat y bebiendo té de Hacendado, en una taza del ajuar de mi madre. Con mi pijama de franela, mi sudadera del equipo de baseball (sí, jugaba al baseball en el cole pero eso es otra historia) y el pelo sucio recogido en un moño de choni. Para completar el look, las botas UGG, no os dejéis engañar, cuestan 200 pavos pero son peludas y mullidas, vamos cero divinas. Mucha pinta de Audrey Hepburn no tengo las cosas como son.

Carrie Bradshaw siempre escribía desde la cama con sus picardías de Victoria Secret y un collar de perlas. Pero claro, si vives en casa de tus padres los picardías no tienen mucha razón de ser. Si encima tu madre menopaúsica y tu padre obsesionado con el cambio climático no dejan poner la calefacción, los pijamas de franela son obligatorios. Si como yo, lo más parecido a una escapada romántica es el viaje de esquí con tus 5 amigas a un apartamento con literas, los saltos de cama y camisones eróticos son las inversiones más inútiles de la historia.

Así, con estas reflexiones comencé a darme cuenta que Sarah Jessica desde luego no era. Pero, ¿realmente sería Bridget? Como si de una película se tratase comenzaron los flashback de los últimos días.

Conversación con mi madre: 

- ¿Quién quiere el último bombón?
-  Yo
-  Lucía, hija, tú mejor no que últimamente te veo que te tiran mucho los dulces…

Conversación con mi padre: 

-   Te veo mala cara  ¿estás bien?
-  Perfectamente
-  No se igual te venía bien hacer algo de ejercicio ¿no? Las Navidades pasan factura a todos

En los probadores de Mango:

Con mi hermana, que siempre ha destacado por su sutileza: (me pruebo unos pantalones de la talla 38, la mía hasta el 23 de diciembre)

-   ¿Qué talla te has cogido? A ver que nadie ve la etiqueta, coge la tuya que con eso pareces una butifarra
-   Pero si es la mía Idiota- nunca se si su nombre real es Irene o Idiota los dos empiezan por la misma letra….-
-   Ahh, estarán mal tallados
-   Pero, ¿me quedan muy mal?
-  Hombre, igual porque son blancos, pero vamos que con eso no salgas a la calle ni de coña. A no ser que quieras parece un anuncio de la ONCE, pantalones para sordomudos se leen hasta los labios…

DIOS MIO o sea que es verdad. Me estoy poniendo como Bridget Jones, una vaca humana. El kit kat que ya me he terminado hace tres párrafos ahora me remuerde la conciencia. Lo único que me diferencia de esa inglesa es que en vez de pelo pajizo el mío es negro y rizado, que yo aguanto a mis padres 24/7 y encima, soy tan loser que me he quedado sin trabajo, así que ni si quiera tengo un jefe buenorro que me acose... What the hell ¡!

La gente no me encuentra grácil y estilosa. Es que soy muy dada a caerme, pisar una mierda o atropellar ancianas que se cruzan en mi camino. Por lo visto eso despierta la curiosidad. A lo mejor no tengo tanto autocontrol en las relaciones como me gustaría… Supongo que a partir de hoy tengo que ponerme a contar calorías. Soñaba, como desde 2009, que este año tendría la 36 y a este paso llego a la 42… 
¡Ay madre si se me ha puesto cara de mazapán!