Ya
se que últimamente estoy siendo bastante inconstante para escribir en el blog y
os prometo que voy a intentar remediarlo, pero no os hacéis ni una idea de lo
difícil que es ser yo. Estamos a lunes y ya tengo dos mil doscientas cosas en que pensar. En serio, estoy agobiadísima, ¿qué me pongo esta noche?
Tengo
una cena de Navidad, por cierto, ya he engordado un kilo y medio y estamos a
día 17, y no se que modelito elegir. Antes, hasta el jueves pasado siempre
siempre elegía un vestido con taconazos imposibles, pero tuve una revelación
que me ha hecho replantearme mis principios más arraigados. ¿Realmente tiene
sentido pasar frío? ¿Es necesario estar horas de puntilla cuando de plano ya
mido 8 cms más que la media de la población española? Os explico el motivo de
mi revelación…
El
jueves pasado tuve una cena de grupo. Para ello estuve más de una hora
preparándome: media hora alisándome el pelo con una plancha ghd de 200 euros,
crema hidratante para cuerpo y cara, serum y mascarilla, 25 minutos aplicándome
maquillaje de Chanel, YSL, Mac… Eso sí, que parezca súper natural. Manicura y
pedicura, vestido de Hoss que estrenaba (era de las rebajas del año pasado la
verdad) con medias, zapatos y clunch… Bueno el caso es que el imbécil que se
sentó en frente se paso todo el tiempo mirando mi escote… Los 126 minutos que
duró la cena con sus correspondientes 7561 segundos…
Fue
entonces cuando pensé ¿para qué? Llevo taconazos y me tapa las piernas una
mesa. Después iremos a una discoteca con tanta gente y tan poca luz, que nadie
verá más allá por debajo de mi cintura. Lo único que consigo es que mi pecho
este a la altura de los ojos de aquellos chicos que no comieron suficientes
petit suisse de pequeños y se quedaron en el 1,50.
Lo
más triste de todo es que Dios o la Madre Naturaleza no me ha dotado de un
escote abundante, las cosas como son. Es decir, que el imbécil de la cena, y
los idiotas que no merendaron petit suisse pueden disfrutar como mucho de una
fantástica tabla de planchar. Que ya sé que para gustos los colores, pero vamos
que siendo yo la propietaria de dicho canalillo, os aseguro que hay zonas de mi
cuerpo que deberían despertar mucha más admiración.
En
cualquier caso, visto lo visto, empiezo a replantearme si lo más adecuado sería
dejar de invertir mi tiempo y mi dinero en mi cara y mi pelo y centrarme en lo
que parece que a los hombres les gusta tanto. Quizá esta tarde me vaya a
Decathlon, me compre mi primer chándal, unas Converse y eso sí haga una buena
inversión en un wonderbra y camisetas corset que realcen y enseñen.
7 comentarios:
Los zapatos de tacón son una tortura y que un tipo se pase 126 minutos mirándote el escote desde luego que par mi también lo sería, a si que me decantaría por un calzado cómodo y un jersey de cuello alto que el frío se agarra al pecho y es muy malo...
Besos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es/
Jajajaja muy bueno lo del Wonderbra!! Besos. http://universovarietes.blogspot.com.es/2012/12/lujan-arguelles-divorcio-trospido_17.html
Buenísimo guapa! yo ya pasé por esa fase y como dicen por ahí, zapato plano y abrigadita...pero ojo, que yo me veo peligrar querida, porque de esto , al voy con la bata un momento a la esquina porque total...hay un paso. Y, al menos yo, cada vez lo veo más cerca :P
Que te diviertas!
http://lookandfashion.hola.com/elarmariodemaria/20121217/looks-en-blanco-para-la-blanca-navidad/
Como decía mi abuela, para presumir hay que sufrir!
jajaj hola Lucía!!! Siento no haber podido pasarme por aquí estas semanas, he estado hasta arriba de exámenes !!!
Buff mira, yo tengo una cena el sábado con mis amigas y todavía no sé que me voy a poner, eso sí, frío te aseguro que no tengo ganas de pasar!
Yo soy al contrario que tú, tengo bastante pecho, y odio enseñarlo, así que seguro que tu con un corsé y un wonderbra como dices, te realza un montón! prueba!! Y si eres alta.. apuesta por planos, si total.. jajaj
Podría decirte que sí, el momento chandal puede ser interesante pero poco prodcutivo. La inversión en lencería es la apuesta segura y te diré porqué. Los hombres nos fijamos en lo que nos fijamos, pero nos volvemos locos sólo con la lencería y lo q esta esconde o presume de esconder. Aunque el tema tacón no conozco a ningún tipo que no le provoquen ese contoneo sugerente que os causa esos tacones!
Esa es una de las dudas más trascendentales a las que nos enfrentamos cada año... jajaj
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