CUANDO EL SALTONAUTA SE METE EN LIOS

¿Os acordáis de Felix Baumgartner? Sí, el hombrecillo austríaco que se tiró desde la estratosfera y rompió la barrera del sonido. El hombre que parecía casi un Superhéroe, resulta que es de carne y hueso y también se mete en líos como todo hijo de vecino. Será juzgado por agredir a un camionero griego. De hecho estoy pensando, mucho peor que los hijos de mis vecinos que, son todos niños de bien y, que yo sepa, aun no han pasado por comisaría (tendré que investigar).

La verdad, en mi vida no he conocido ningún griego pero es un hecho reconocido internacionalmente que son muy de tocar los cojones, por algo dar por c**o se llama griego ¿no?

Durante la hazaña de este buen hombre una idea no dejaba de rondarme la cabeza: ¿qué haría este señor si le picaba la nariz, la oreja o una pierna con ese traje? Dudo que de 6000 millones de personas que viven en el mundo sea a la única que se la pasase esta idea por la cabeza. A mi de verdad que me preocupaba, se convirtió más en una obsesión.

En mi clase de Bikram Yoga hay 2 minutos en los que tenemos que permanecer tumbados sin movernos para “relajarnos”. Para mi suelen ser los 110 segundos más estresantes de ese día, y es que invariablemente a partir del segundo 11 empiezan los picores, detrás de una rodilla, en la nuca, el codo, una gota de sudor resbalando por mi mejilla… Los picores son insoportables.

La capacidad del austriaco para pasar varias horas sin rascarse y no quejarse despertó mi máxima admiración, era mi ídolo y yo su mayor fan. En serio, si a mi me tiras desde 36 km yo también  habría superado la velocidad del viento o del sonido o lo que sea que hiciese, pero lo de estar horas sin rascarme os aseguro que eso no lo conseguimos ninguno de nosotros. Enterarme hoy que un griego le ha sacado de sus casillas, me demuestra que hasta un gélido austriaco puede perder los papeles, un ser humano con un súper poder. Félix es mi súper héroe favorito.