Hace
un par de semanas tuve una cita, ya había quedado un par de veces con este
chico. Fuimos a cenar, tomamos unas copas, un par de besos… Entre Chardonnay y
Merlot mi pretendiente me vendió la luna y las estrellas y yo, que soy una
compradora compulsiva se las compré TODAS…
Al
día siguiente llegué a la oficina dispuesta acribillar el Facebook de todas mis
amigas para contarles que había tenido LA CITA (Nota: desde que mi BB mi murió
tengo un móvil vintage sin internet y no puedo escribir whatsapp y terminamos a
una hora indecente para llamar).
Antes
de empezar a escribir. Me encontré con este e-mail:
Lucía,
Anoche lo pasé genial contigo. Me encantaría
seguir viéndonos. Por cierto, tengo novia desde hace varios años, espero que no
te importe. ¡Qué tengas un buen día!
Mi cara era una poema. Era
tan inesperado y surrealista que el ataque de risa fue inmediato.
Imaginaros
que te mandasen una multa con un vídeo de Leticia Sabater vestida de poli y al
final dijese “¡Qué tengas un buen día!”,
jodería pero al menos te echarías unas risas. O que Rajoy anunciase el rescate enviando un vídeo por whatsapp (a
los que tenéis) de Soraya peleando con Merkel en una piscina de barro, y por
supuesto acabase con “¡Qué tengas un buen
día!”, jodería pero al menos te echarías unas risas.
Pues eso que al final las tragedias con humor son mucho menos tragedias. Así que, si eres tu la novia del chico con el que salí un par de veces, chica lo siento mucho, espero que te hayas echado unas risas con este post y sobre todo ¡Qué tengas un buen día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario